El cableado eléctrico requiere protección contra daños físicos, humedad, polvo y otros peligros. Los conductos flexibles son una excelente solución para estas necesidades, ya que permiten que los cables se doblen y se tuerzan sin dejar de estar protegidos. Sin embargo, hay dos tipos de conductos flexibles disponibles: metálicos y no metálicos. En esta publicación, exploraremos las diferencias clave entre ellos para ayudarlo a elegir la opción adecuada para su aplicación.
Conducto flexible metálico
Los conductos flexibles metálicos están hechos de acero o aluminio, recubiertos con una capa protectora que resiste la corrosión y la abrasión. Son muy duraderos y pueden soportar altas temperaturas y condiciones climáticas extremas. También son adecuados para entornos donde la interferencia electromagnética (EMI) es un problema. Sin embargo, son más pesados que los conductos no metálicos y pueden ser más difíciles de instalar en espacios reducidos.
Los conductos flexibles no metálicos están hechos de materiales plásticos o de nailon que son livianos y fáciles de trabajar. Son ideales para aplicaciones residenciales y comerciales donde la flexibilidad es importante pero la protección EMI no es necesaria. Los conductos no metálicos son menos costosos que los conductos metálicos y son resistentes a la mayoría de los productos químicos y a la radiación ultravioleta. Sin embargo, no son tan duraderos como los conductos metálicos y pueden volverse quebradizos con el tiempo.
Diferencias clave entre conductos flexibles metálicos y no metálicos
- Propiedades físicas: el conducto metálico es más pesado y resistente que el conducto no metálico, que es más ligero y más flexible.
- Propiedades eléctricas: los conductos metálicos ofrecen un mejor blindaje contra EMI que los conductos no metálicos.
- Costo y disponibilidad: los conductos metálicos son más caros que los no metálicos, pero están ampliamente disponibles en varios tamaños y formas.
Cómo elegir el conducto flexible adecuado para su aplicación Al elegir entre un conducto metálico y uno no metálico, tenga en cuenta las necesidades específicas de su instalación, como el entorno, los tipos de cables que utiliza y su presupuesto. También es importante seguir las pautas de instalación adecuadas para garantizar que el conducto proporcione la protección adecuada y no comprometa la integridad del cableado.
En conclusión, los conductos flexibles son un componente esencial en las instalaciones eléctricas, ya que ofrecen protección contra diversos peligros. Si comprende las diferencias entre los conductos metálicos y no metálicos, podrá tomar una decisión informada sobre qué tipo se adapta mejor a sus necesidades. Si no está seguro de qué opción elegir, consulte con un electricista calificado o con un fabricante de conductos para obtener asesoramiento experto.